Centeno, de Costa Rica, y Pavón, de Honduras, tienen el símil de haberle anotado a El Salvador en los juegos que este país ha tenido como visitante.
No hay gol sin error. Uno de los tantos dichos del fútbol se convirtió en sentencia para los salvadoreños. Con esto no quiero cargar la responsabilidad de la derrota a Alex Escobar, pues junto a su fallo, hubo otros desaciertos.
Rudis debió ponerle tiza a su botín y nada más acariciar la pelotita que le quedó en bolea en el área; y sin embargo, la remató con todas las ganas y las buenas intenciones del mundo, porque no me queda duda que anoche tuvo deseos de marcar. Ese ímpetu lo tuvo todo El Salvador, pero no se pudo.
Durante la transmisión del juego, el comentarista Eugenio Calderón pedía pasar al 3-5-2 desde el minuto 25 del segundo tiempo, pues recriminó el cambio de delantero por delantero.
Por suerte, este tipo no es el director técnico nacional, pues si se modificaba el esquema a esa altura del juego, se corría el peligro de que los catrachos tuvieran más tiempo para ampliar su ventaja, y así borrar nuestras ilusiones de empatar, las cuales estuvieron vivas, hasta el último minuto del partido, pues la selecta tuvo llegadas.
Muestra de lo que digo es que instantes después del cambio de Torres Alegría por Pacheco, Amado Guevara tuvo para poner el dos a cero.
La derrota nos complica, pues somos el quinto lugar, a un punto de México, y a dos de Honduras, quienes jugaran de local el próximo partido (12 de agosto), mientras que El Salvador irá a la tierra de
Jack Warner.
Si la lógica se impone, los locales sumarían de a tres, y así, los catrachos harían diez puntos, los aztecas nueve y los de Trinidad & Tobago nos igualarían con cinco puntos...¡complicado verdad!
El Salvador puede ganar en el Caribe, pero si el árbitro quiere enrollarse con el mandamás de Concacaf, como ocurrió con
Marco Antonio Rodríguez en el Cuscatlán, creo que debemos irnos despidiendo de las opciones reales de clasificar.
Ojo, con esto no digo que hay que agachar la cara, para nada, pues si no clasificamos, tengo la certeza de que habremos dado la batalla hasta el último minuto, y con mucha dignidad, como no pensamos que podíamos hacerlo.
Esto (la hexagonal) se termina, hasta que se termina. Ese es otro dicho del fútbol, y a eso nos aferraremos para apoyar a la selección en su remontada en la tabla.
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