Árabe Unido, gracias por hacerme reflexionar

La penquiada de bolo que el Árabe Unido le acaba de pegar al Isidro Metapán (6 a 0) era impensable para este servidor, hasta que me enteré del resultado.

No puede ser, el bicampeón salvadoreño cayó con el campeón de una liga de semiprofesional. Un momento... sí puede ser.

Esa liga semiprofesional ha sido la cuna de los panameños que ahora están en Europa y de Felipe Baloy y Blas Pérez, quienes juegan en la primera de la Liga Mexicana de Fútbol, y ha sido la plataforma para que Panamá sea campeón de Centroamérica, cosa que El Salvador no ha logrado, pese a tener más tradición en este deporte que los canaleros.

Ese resultado pudo ser porque Isidro Metapán representa a una liga profesional (aunque dirigentes de algunos equipos pongan a sus jugadores a medio sueldo o les retrase el mismo) que no produce nada, más que engañar a los salvadoreños por hacerles creer que tienen una liga profesional.

En El Salvador, liga profesional no existe, lo que hay son dirigentes de 10 equipos que cuentan con aficiones que no van a los estadios, pero que desean ver clubes que practiquen buen fútbol. Estos apoderados de los equipos pasan toda la temporada pensando llegar a la semifinal y a la final para llevarse la taquilla, aunque al llegar se topen con cifras con menos números de las que esperaban.

El fútbol salvadoreño en estos momentos existe porque Carlos De los Cobos es el técnico de la selección nacional, y porque la noche en que vencimos a Panamá en el Cuscatlán teníamos la inspiración de nuestro lado.

Sin el técnico mexicano, la selecta no estaría aún con vida en la hexagonal, y es más, ni siquiera estaríamos en la hexagonal. No habría futbolistas salvadoreños fuera de este territorio, incluyendo a Cheyo, quien volvió a ser el futbolista que es, porque aún jugando en San Salvador, el míster le hizo creer en su fútbol.

Nuestra liga de fútbol es parásito...y los salvadoreños desamorados, pues están más pendientes del Barcelona o del Real Madrid que de sus equipos, pues los medios les alimentan ese desarraigo con portadas y segmentos en la TV.

Ajá , así de dura es la realidad y todos tenemos algo de culpa, aunque más bien diría, de compromiso por rescatarle.

PD.

El "Papi" Rodríguez anotó tres de los seis goles del Árabe Unido, y de CD FAS se fue porque no hacía goles.

Nos vemos en el Azteca

Otra vez contra México. En esta ocasión el partido se jugará en una de las ciudades más contaminadas del mundo (México DF).

Seguramente ya no se vivirá el mismo ambiente tenso en las cadenas mexicas, que cuando se avecinaba el duelo en San Salvador, comenzaron a menospreciarnos. Ahora a los periodistas les preocupa si terminarán primero (como siempre, muy humildes) y dan por hecho el triunfo ante El Salvador.

Sin la presión de la prensa, quién sabe el grado de tranquilidad que tendrá el equipo tricolor y es probable que se relaje y crea que solo con entrar a la cancha ganará. Por el contrario, los salvadoreños llegaran a buscar la gloria, sin ninguna presión por reproches ante una posible derrota.

Estoy seguro que al final de la hexagonal, ningún equipo le habrá jugado a México como lo hará el de los salvadoreños, único equipo que ha perdidos sus juegos de visita por diferencia de un gol.

En México nos jugaremos la vida y el honor, mientras que ellos jugarán con la sombra del estadio, misma que hace que los árbitro piten penaltis rigoristas.

La Selecta no estará sola

Sería injusto pensar que el partido contra Costa Rica y los que faltan para termina la hexagonal son puro trámite.

Si bien, nuestras aspiraciones son casi nulas, la derrota contra Estados Unidos no determinó nuestra suerte en la eliminatoria, pues el triunfo de los mexicanos lo complicó todo, ya que se formó en la cima de la tabla un nudo con cuatro equipos.

Para que El Salvador pueda ingresar entre estos debe ganar los tres partidos, y uno de los cuatro primeros, Honduras, Estados Unidos, México y Costa Rica, no debería sumar un solo punto.

Con ganar a los ticos, para no llegar eliminados al Azteca, estaríamos prolongando más nuestra muerte anunciada...más no confirmada, y por eso, hay que dar la lucha hasta el final.

¡Arriba con la selección salvadoreña!