Estafa a la vista

Los coyotes están afilando sus garras para sangrar a los aficionados del FAS y del Firpo, que de más está decir, son afectados por los altos precios de la gasolina y los alimentos.
Algunos dirán que vivir la emoción de una final no tiene precio, pero esto no equivale a llegar a pagar el 50% o el 100% más del valor real de una entrada comercializada por un ladrón, que lleva a toda su familia a las taquillas para comprar cuantas entradas puedan, acaparándolas y vendiéndolas posteriormente a un precio mayor.
Las ofrecen a las afueras del estadio, frente a policías, dirigentes y periodistas que de manera imbécil al día siguiente nominan el hecho con un titulo que dice "la reventa estuvo buena", enfocando el suceso como uno más de los tantos que hacen los intrépidos salvadoreños para ganarse "muchos" dólares, sin considerar que eso es una estafa.

Gracias dirigentes avaros
En las últimas finales que jugó FAS hubo preventa, pero ahora decidieron los dos equipos no efectuarla, y nos invitan a llegar desde las 8:00 a.m. a comprar nuestra entrada.
En una final entre FAS contra San Salvador, a las 9:00 a.m. me tocó comprar la entrada a un estafador por un precio más alto, y en la final FAS contra Balboa, una ladrona morena y con sobrepeso me vendió por el doble una entrada para niño.
También he estado en otras finales antes de que abran la taquilla, y siempre se hace un terrible desorden. Empujones, pisotones, puteadas y asoleadas se viven por comprar una entrada.
Por todo esto a lo que nos exponen los dirigentes, muchas gracias señores, se van a ahorrar unos dólares por el servicio que presta el banco para la preventa, lo cual vale má$ que dar a los aficionados la seguridad para presenciar un espectáculo de fútbol.