Yo particularmente le considero un arquero insignia para el anti fútbol, pues simula lesiones, cuando el resultado le favorece a su equipo, de formas realmente ridículas.
Ayer le robó al partido (y al fútbol) casi cuatro minutos (los últimos del extra tiempo) al fingir una lesión después de una jugada en la que ni siquiera se involucró. La mejor muestra de que no tenía nada es su buena actuación en la tanda de pénales. Eso (fingir) lo ha hecho siempre y creo que continuará así con el beneplácito de los árbitros, quienes siempre creen en las payasadas de este.
Por sus mentiras le condeno, pero por sus tres goles y sus dos pénales atajados, le considero la figura de la final.
Fotografía de LA PRENSA GRÁFICA, cuando Dago jugaba
para Alianza, y en la misma portería que se consagró con
AD Isidro Metapán.
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