Esta es una de la veintena de casas que conforman el valle El Naranjito, ubicado aproximadamente a un kilómetro del bosque El Imposible. Para llegar ahí caminé cerca de cuatro horas desde el pueblo de Tacuba, Ahuachapán. Por la distancia, los habitantes no gozan del servicio de energía eléctrica, pero gracias a la tecnología y a la fuerza del sol que capturan los paneles solares los lugareños suplen dicha necesidad.